miércoles, 28 de julio de 2010

Zoro; Abre su Baúl de Recuerdos









Un baterista con talento único, testifica sobre el poder de Dios para transformar debilidades en fortalezas y grandes pruebas en felicidad por Su gracia.

Traducción por Brenda Rodríguez
Edición adicional y montaje por Dave Gómez



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• Página de Zoro
El legendario baterista Zoro, ha viajado de gira y grabado con artistas tan conocidos como Lenny Kravitz, Bobby Brown, Frankie Valli & the Four Seasons, New Edition, Jody Watley, Sean Lennon y Lisa Marie Presley. Ha sido elegido cuatro veces como Baterista Nº 1 de R&B en Modern Drummer Magazine por votación de los lectores. También ha recibido honores como Mejor Baterista Funk en Drum! y Rhythm Magazine en el Reino Unido.

El libro, video y serie en DVD con éxito de venta de Zoro, The Commandments of R&B Drumming: A Comprehensive Guide to Soul, Funk & Hip Hop, fue nombrado el Mejor Título de Productos Educacionales en Modern Drummer y Rhythm Magazine por votación de los lectores. Puedes ver su más reciente presentación en un DVD doble llamado The Modern Drummer Festival - 2005 (Hudson Music/Modern Drummer Magazine).

Apodado “The Communicator” [El Comunicador], Zoro inspira y entretiene a audiencias por todo el mundo como músico, educador, motivador y conferencista cristiano. Además, el habla en iglesias sobre estrategias y principios bíblicos necesarios para obtener éxito y vivir en santidad.


Yo crecí en un ambiente de pobreza y privaciones. Aun reflexiono sobre mi niñez recordando con mucho cariño, porque tuve una madre maravillosa que me amó y me enseñó sobre el Señor. Y por eso estaré eternamente agradecido.

Había siete niños en mi familia y nuestra madre nos crió a todos sola. Ella era originaria de la Ciudad de México así que no teníamos familia cerca -- sin abuelos, tíos o tías. Todos aun estaban en México Ella sola cuidaba de nosotros.

Éramos muy pobres. Mi madre tenía serios problemas de salud incluyendo artritis que la debilitaba y le impedía mantener un trabajo. Consecuentemente, éramos una familia que recibía asistencia publica -- nos daban cupones para comida y tratábamos de sobrevivir. Y siempre nos estábamos mudando -- nos mudamos casi 30 veces para el tiempo en que yo estaba en 4º grado. A veces esas mudanzas eran de tan sólo dos o tres kilómetros de distancia en la misma calle, nada más que en una casa distinta. En esos días había un límite de cuantos niños podían vivir en un apartamento. Mi madre tenía que mentir y decir que nada mas éramos 4 ó 5 para que los dueños nos rentaran. Pero eventualmente éramos descubiertos y teníamos que buscar otro lugar.

Aun puedo recordar esos días de mudanza. Debido a que no era grande la distancia para usar un camión de mudanzas -- ni hubiéramos podido pagar uno -- teníamos que trasladar las cosas a mano. Mi hermano menor, Robert, y yo teníamos que físicamente mover las cosas como las camas y tocadores con nuestro pequeño carro Radio Flyer rojo. Tuvimos que soportar durísimas privaciones y penas en nuestras vidas pero siempre había una sensación de aventura con nuestra madre.

Para mí, crecer sin un padre fue algo difícil. Siempre deseé haber tenido un padre; siempre tuve el deseo de esa figura masculina especial que me guiara. Pero sólo tener un padre no es la respuesta. Tener un gran padre hubiera sido la respuesta. De hecho me encontré con mi padre por primera vez cuando tenía 18 años. Entendí entonces que si mi verdadero padre hubiera estado en mi vida yo hubiera resultado ser un hombre totalmente diferente. Como fue, sólo tuve la influencia de mi madre, que fue una de total amor y pasión.

Ella tenía una ternura que yo ahora les doy a mis propios hijos. Si mi padre hubiese estado, hubiera cambiado eso… él no tenia esas herramientas. Dios me protegió -- algo que parecía ser malo realmente llegó a ser una bendición. Un padre era lo que yo siempre había buscado pero nunca encontré. Pero el Señor me mostró que yo estaba por convertirme en eso que yo buscaba -- alguien que guiaría y motivaría a otros.

Yo recibí al Señor cuando era sólo un niño de 8 ó 9 años en uno de esos campamentos de escuela bíblica de vacaciones de una iglesia. Recuerdo haber caminado hacia el altar llorando mientras cantaban una canción llamada “Cordero de Dios”. Ese fue el inicio de un recorrido.

Mi amor por la música comenzó en la niñez. No teníamos mucho dinero pero mi madre siempre tenia álbumes. Ella tocaba su música, bailaba y cantaba conmigo. Yo juntaba dos latas de café y les pegaba con mis manos como si estuviera tocando la batería. El regalo del ritmo estaba en mí desde el principio. Entonces, una navidad mi madre me compró un juego de batería de Mickey Mouse del catalogo de Sears. Pero el cuerpo de los tambores estaba hecho de cartón, así que sólo duró el día de navidad antes que la destruyera. Y eso fue todo.

En 1977 Elvis murió. Yo era un gran fan cuando niño y por alguna razón su muerte fue como una chispa en mí; de repente tuve el deseo de hacer música. Traté de tocar la guitarra, traté de cantar, pero esos no eran mis talentos naturales. Finalmente, llegue a la batería. Cuando tenía 16 le compré un juego de batería usado a un muchacho de la escuela por U$80. Desde el momento que tomé las baquetas supe que eso era lo que quería hacer.

Empecé diligentemente a estudiar, practicar y soñar. Para poder integrarme a bandas y empezar a ganar dinero con mi música, necesitaba un nuevo juego de batería y un juego de llantas. Después de la escuela yo trabajaba como conserje/bedel en una secundaria. Esa fue una experiencia que me bajó los humos -- después que sonaba la campana al final de día mis amigos podían verme aspirar la librería. Me hacían burla pero yo lo estaba haciendo por el dinero. Ese verano trabajé en dos trabajos, un total de 16 horas por día, para que así pudiera ahorrar suficiente dinero. Por 8 horas trabajaba como cocinero/limpiador en un negocio de rafting [balsa en rápidos]. Después en la tarde trabajaba otras 8 horas como bedel y jardinero en un colegio comunitario.

Me estaba moliendo la espalda pero al final del verano alcancé mis metas. Tenía mi nuevo auto y mi nuevo juego de batería y pude integrarme a bandas locales para desarrollarme como un músico joven. Igualmente participé en todas las bandas de la escuela -- la banda de escenario, la banda de jazz y la banda de marcha.

Dos años después me gradué de la secundaria y me mudé a Los Ángeles con una banda familiar que estaba intentando lograr un contrato en Disneylandia. La banda nunca fue a ninguna parte pero por ellos terminé estando en LA, la capital de la música. Ahora sé que Dios estaba guiando mi camino llevándome hacia donde había mas oportunidades. Si no me hubiera ido con los Robell Brothers no sé cómo habría salido de Oregon.

Tuve la buena fortuna de tener una hermana que vivía en Beverly Hills. Fue aun más afortunado que ella fuese una modelo y que pasaba mas tiempo viajando por el mundo para sesiones fotográficas que estando en su casa. Pero como estaba pagando renta de todos modos me preguntó si me quería mudar con ella.

Yo sólo tenía 17 ó 18 y tenia hambre de conocer a otros músicos de mi edad. Aun que ya me había graduado de la secundaria, empecé a frecuentar la secundaria de Beverly Hills para ver si podía conocer nueva gente. Tenía un plan… me vestía bien llamativo, me llevaba un gran equipo de música, un par de baquetas y una almohadilla de practica y me sentaba en el pasto tocando junto con la música… esperando que alguien se acercara para hablarme.


Zoro junto a Kravitz

Así fue como conocí a Lenny Kravitz. Él iba a la escuela ahí y se acercó a mí un día. Lo conocí a él y a otros músicos, incluyendo Kenny Gordy el hijo de Berry Gordy, fundador de Motown Records -- mi disquera favorita. Alguna de la gente que conocí en la secundaria de Beverly Hills han mostrado ser amigos de por vida.

Cuando me mude a LA a la edad de 17 mi corazón se prendió en fuego por Dios. Empecé a sintonizar una programación de una iglesia y realmente me encantaba como ese hombre hablaba. Después empecé a leer sus libros y me enganche con ellos. Alrededor de ese tiempo hubo un gran evento llamado “Jesus at the Roxy”. Era un concierto cristiano con varias artistas de Soul y R&B que lo encabezaban. Uno de los grupos era Earth Wind and Fire -- que era mi grupo favorito. Fui al concierto con la intención de conocerlos para crecer en mi carrera musical. Y no quedé decepcionado. Conocí a Philip Bailey, voz líder y Ralph Johnson el baterista.

Pasé un buen tiempo hablando con Ralph. Cuando le hablé sobre el evangelista de TV que capturaba mi atención, el me dijo que era una secta. Recuerdo haber estado muy desanimado después de escuchar eso. Estaba tratando con todo mi corazón de descubrir la verdad y fui descarriado por este tipo. Toda esa experiencia me perturbó en mi camino espiritual. Me enfoqué en la batería, en cambio.

En 1983 me tomé un descanso. Philip Bailey necesitaba un baterista para sustituir a Ralph. Para mí era un sueño hecho realidad. Ahí estaba yo, un joven muchacho tocando con todos esos profesionales con experiencia. Me dio mucha confianza en mí mismo.

Después de eso Lenny organizó una audición para mí con una banda llamada The New Edition. Antes del fase final de la audición me senté en mi auto y oré: “Señor, si esta es tu voluntad entonces dame tu favor para obtener esto. Permíteme entrar ahí y tocar con la seguridad y el entusiasmo que tú sabes que está en mí. Si esto no es tu voluntad, entonces cierra la puerta”.

Me dieron el trabajo y eso me puso en el gran escenario de una gira mundial. Fue una experiencia increíble. Después de ahí me junté con Bobby Brown y nos fuimos de gira en su apogeo -- la era de “My Prerogative”. Mientras esto me pasaba, la carrera de Lenny recién empezaba. Lo acompañe en sus primeros dos álbumes y giras, Let Love Rule y Mama Said (1989-1992).

Pero regresémonos por un momento. Durante los días con Bobby Brown me casé -- el hasta fue el padrino en nuestra boda. Yo tenía 26 y mi esposa tan sólo 19. Dios aun estaba en mi corazón en ese tiempo, pero no tenia el control. Si lo hubiese tenido nunca me hubiera casado con esta persona -- al menos lo hubiera consultado con Dios primero.

Sin embargo aun continuaba buscando a Dios y así llegó la Sra. Affifi, la mujer cristiana más increíble. Su hijo, Osama, era un amigo mio cercano desde los días de la secundaria Beverly Hill. Cada vez que iba a su casa su madre me preguntaba, “¿cuándo arreglaras todo con Dios? ¿Cuándo vas a ir a la iglesia?”

Bueno, algunos años después de mi casamiento me encontraba en la casa de la Sra. Affifi y continuaba haciéndome las mismas preguntas. Cuando varios de sus amigos pasaron empezamos a hablar y compartir algunas cosas que estaban ocurriendo en mi vida. Todos terminaron orando por mí. Fue un momento muy poderoso; nunca había experimentado algo así antes. Probablemente fue el momento espiritual más grande que le dio la vuelta a mi vida. No me fui de la casa de la Sra. Affifi por una semana y cuando regresé a casa era un hombre diferente. Hice un compromiso desde ese punto de buscar al Señor con todo mi corazón.

Mi esposa no estaba muy entusiasmada conPUBLICIDAD



mi compromiso y empezamos a apartarnos. Obtuve un trabajo con una estrella francesa llamada Vanessa Paradis (ahora casado con Johnny Depp) y estuve de gira con ella en Europa por seis meses. Cuando regresé de la gira mi esposa me dijo que estaba teniendo una aventura amorosa y quería separarse. Eso sacudió mi mundo.

Cuando miro hacia atrás puedo ver que no tuvimos una relación muy saludable, pero no me di cuenta. Mi madre nunca había tenido un esposo durante todo el tiempo que crecí así que yo no sabía cómo era un buen matrimonio. Traté de que nos reconciliáramos, yo estaba dispuesto a perdonar y empezar todo de nuevo pero ella no estaba dispuesta y quería el divorcio. Mi corazón estaba completamente y absolutamente destrozado al 100%.

Durante el tiempo que estaba de gira yo estaba mandando dinero a casa. Yo creo firmemente en diezmar 10% de tus ganancias a la iglesia y juntos habíamos hecho un compromiso de hacerlo. Pero cuando regresé de Francia me fijé en la cuenta corriente y le pregunté si ella había estado diezmando. “No, mandé todo eso a volar, ¿a quién le importa?” Recuerdo haberme disgustado mucho.

Después de hacer los cálculos me di cuenta que la suma de dinero que quedaba en el banco era casi exactamente lo que yo debía de mis diezmos. Tome una fría, difícil, y calculada decisión de dar todo el dinero para el diezmo. Eso me dejó prácticamente sin nada para funcionar y sin alguna promesa de futuras presentaciones a la vista. Estaba realmente en una situación desesperada.

Teníamos una casa juntos en Seattle y una pequeña casa modular en Los Ángeles. Le dije a ella que se quedara con la casa en Seattle y yo me quedaría con la casa en LA porque ahí es donde yo ensayaba y estaba más cerca de la acción. No mucho después que nos separamos ocurrió un gran terremoto en LA. Mi casa quedó devastada y lo perdí todo. Literalmente tuve que mudarme con una anciana de Pasadena. Ahí estaba yo, yendo de momentos grandes, estar en MTV y creer que tenía todo y terminé rentando un cuarto de una mujer de 90 años de mi iglesia. Estaba en la quiebra -- incluso hice un bazar en donde vendí mi cortacésped, mi ropa que usaba en los escenarios, todo lo que tenia algún valor.

Aun era dueño de la casa después del terremoto y no sabia como iba a continuar haciendo los pagos. Sabía que iba a perder mi casa y mi crédito. Pero Lorraine -- la que me rentaba -- dijo: “En el nombre de Jesús tu no vas a perder tu casa y no vas a perder tu crédito. Dios abrirá un camino”.

Y Él lo hizo. El liquidador de seguros era cristiano y la compañía pagó lo que yo pedía. No estaba esperando nada pero Dios me bendijo y me devolvió todo. Cuando el dinero llegó pague todo y salvé la casa. Y después que los daños fueron arreglados la casa quedó más bonita que antes. Creo que Dios me bendijo porque honré mi compromiso de diezmar. Proverbios 3:9-10 dice: “Honra al SEÑOR con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas. Así tus graneros se llenarán a reventar y tus bodegas rebosarán de vino nuevo”. (NVI)

Justo cuando lo necesitaba más, Dios me bendijo con una audición para Jodi Watley quien era muy famoso en ese tiempo. El problema era que ni siquiera había estado practicando, no estaba en forma musicalmente porque estaba muy deprimido. Pero de alguna manera encontré la fuerza para ir a la audición. De nuevo oré: “Señor, si esta es tu voluntad por favor concédeme este trabajo. Si no, cierra la puerta”. Sí me dieron el trabajo y eso encendió mi esperanza y mi seguridad. Cuando entré a mi carro después derramé lágrimas de gozo. Dios fue fiel, Él nunca me abandonó. Estaba en la cuerda floja de nuevo y Él vino a mí.

Después de tocar con Jodi Watley me encontré trabajando para Frankie Valli & the Four Seasons. Frecuentemente tocábamos en Las Vegas y un día Dios hizo una cita divina para mí con un insólito personaje llamado Frank Dimatto. Ni imaginaba que Frank estaba por cambiar mi vida para siempre.

Yo estaba en una tienda de relojes, afuera de una ciudad, de compras buscando un reloj deportivo. Cuando entré a la tienda pude ver a este hombre fornido con pelo largo… tipo motociclista. Tenía aretes en las dos orejas; en realidad parecía un pirata malo. Por alguna razón capté su atención cuando entré por la puerta y empezamos a platicar. A él le encantaba hacer ejercicios y era un cristiano consagrado. Nos conectamos de inmediato. Nunca había conocido a alguien como este tipo -- él fue el primer hombre que hizo la fe algo real para mí. Toda mi vida había ido a la iglesia y creí tener fe pero nunca había visto esta fe funcionando. Yo estaba al final de la cuerda y el fue como mi salvavidas. Él empezó a motivarme, a llenarme con el espíritu y a orar por mí.

Para ese entonces ya me había divorciado y había hecho un trato con Dios de no acostarme con nadie hasta el día que me casara. Y esta vez iba a dejar que Él eligiera mi esposa… ya había hecho esto una vez a mi manera y todo había explotado en mi cara. Le conté a Frank mi historia y lo que me había pasado y una noche me pregunto: “¿Así que quieres casarte? Porque cuando Frank Dimatto ora, la gente se casa. Por todos los que he orado que han querido casarse se casaron en menos de un año”. Ni siquiera conocía a alguien con quien casarme, así que pensé: “¿Por qué no?”

Frank tenía un amigo que se llamaba Dennis Tinerino quien fue Mr. Universo alguna vez. Dennis y su esposa Anita, iban a una pequeña iglesia en North Hills, California llamada Overcomers. Una semana después que conocí a los Tinerino y les conté mi historia, Anita estaba en la iglesia y el pastor estaba hablando sobre el celibato. Anita estaba sentada detrás de una mujer llamada Renee -- quien era la hija del pastor. Renee tenía 28, era soltera y estaba esperando en el Señor por un esposo por casi 8 años.

Después del servicio Anita me llamo y dijo, “Zoro, encontré a tu esposa”. Anita hizo de cupido y nos organizó una cita. Ahora, yo había tenido citas a ciegas antes que habían sido algo incómodas pero cuando Renee respondió a la puerta hubo una conexión instantánea entre nosotros. Anita, Renee y yo fuimos a la iglesia juntos esa noche y unos días después Renee y yo salimos otra vez -- esta vez solos.

El fin de semana siguiente fui a su iglesia y durante el servicio miré a Renee y sentí al Señor decirme: “Ella es a quien tengo para ti”. Era una locura -- ¡apenas tenia una semana de conocerla! Conocí a su mamá y a su papá ese mismo día y dos semanas después le pedí a Renee que se casara conmigo. Después me enteré que Renee le había hablado de mí a su amiga después que nos encontramos por primera vez. Ella decía que yo era el hombre con quien se iba a casar. Así que sus padres me habían visto una vez y ahí estaba yo pidiendo su mano. Pero se sentían totalmente tranquilos conmigo; creían que yo era el hombre que Dios había traído para ella. Cuatro meses después que nos conocimos, nos casamos. ¿Recuerdas a Frank Demotte decirme que toda la gente por la cual él oraba para que se casaran, se casaban en un año? ¡Pues, puedes agregarme a su lista! Después de 11 años de matrimonio, Renee y yo recientemente renovamos nuestros votos. Tenemos dos bellos hijos, Jarod de 7 y Jordan de 4 años.

Desde que me case con Renee todo en lo que he puesto mis manos ha prosperado -- mi caminar con Dios, mi perfil, mi carrera, mis finanzas y mi ministerio. Dios premió dos de las decisiones que había hecho. No es que no haya cometido muchos errores en el camino o que yo fuera perfecto. Pero sí hice dos compromisos. Uno era permanecer célibe hasta la noche de mi boda. Los dos honramos eso. El otro compromiso fue que hice ese cheque de diezmo y continué diezmando.





Aun estoy cosechando las recompensas de esas dos decisiones. Y se está poniendo cada vez mejor y mejor. En el otoño de 2003 tuve un sueño sobre Lenny Kravitz. Fue un sueño muy vívido en el que estábamos de nuevo en el escenario, como en los días de antes. Éramos jóvenes y andábamos pasándola bien. Fue especialmente raro por que Lenny y yo estábamos muy ocupados haciendo nuestras propias cosas y no había escuchado de él para nada en cuatro años.

Al día siguiente él me llamó. Sí; de la nada soñé con él y un día después me llama. Le comenté sobre mi sueño y le dio escalofríos: “Esto está bien loco, Z; anoche fue la primera vez que abrí tus videos instruccionales de batería desde hace cuatro años que me los diste. Estuve viendo tus videos mientras tú tenias ese sueño conmigo”. Obviamente Dios nos conectó de nuevo.

En diciembre le dije a mi esposa que sentía que algo estaba a la vuelta de la esquina. No sabía qué era pero sentía que Dios me iba a traer algo bueno. Unas semanas después Lenny me llamó y me pidió que me integrara a su banda de nuevo.

2004 fue un año increíble. Tocamos en millones de programas de televisión, tocamos en un concierto para más de 100.000 personas en Hyde Park en London y Lenny y yo estábamos en las portadas de numerosas revistas. ¡Hasta tocamos en la apertura de Monday Night Football! Fue el mejor año de mi vida.

Mucha gente habla de Dios y saben mucho sobre la Biblia. Pero no hay muchos que crean completamente en Él y confíen en Él. Pero yo estoy aprendiendo a hacerlo. Muchos de nosotros confiamos en Él para ciertas cosas -- pero no para las más importantes. En cambio preferimos cargar con ese peso en nuestros hombros. Bueno, estoy aprendiendo a ir me a dormir en la noche sin ninguna preocupación. Le llevo todo de vuelta a Él y los dejo en su trono. He visto el poder de Dios moverse en mi vida -- ¡y se está moviendo rápidamente!

Dios me hizo pasar por una niñez desafortunada y me ayudó a realizar algunas cosas impresionantes a través de su fidelidad. Siempre me sentí rechazado porque no tenía un padre. Pero después de 43 años Dios ha sanado mi corazón. Pensé que tenía que ganarme el amor de Dios pero ahora sé que no hay nada que tenga que hacer para que Él me ame incondicionalmente. De eso se trata la gracia.

Tal vez crecí sin un padre terrenal, pero siempre tendré un Padre Celestial que me mostrará el camino.

(Cita bíblica tomada de la Nueva Versión Internacional (NVI) Copyright © 1999 por Sociedad Bíblica Internacional / Zondervan)

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